Los tres primeros años de vida son cruciales en el desarrollo del niño. En este periodo aprende a mantenerse en pie y a caminar, a sentarse adecuadamente, a interactuar con los demás, a comunicarse y desarrolla las habilidades cognitivas básicas. El niño logra estos avances principalmente gracias a la ayuda de sus padres.
En la casa de mamá ayudamos a las familias estimulando a los bebés desde que llegan a nuestro centro. El niño pasará gran parte del día jugando, pero no se trata de un juego cualquiera, como el que puede desarrollar en casa, sino de juegos educativos que potencian sus habilidades motoras y estimulan su desarrollo psicológico y social. De hecho, durante los primeros años de vida, el juego es la principal fuente de aprendizaje de los niños y la mejor vía para descubrir el mundo.
En la casa de mamá incorporamos a la rutina del bebé tiempo para realizar actividades que le ayudan a seguir creciendo: En diciembre, entre todos, decoramos la escuela y montamos el belén; tuvimos un taller de cocina donde hicimos un roscón; salimos de nuestra escuela para conocer otros belenes y recibimos muy nerviosos, a sus majestades los Reyes Magos. Este trimestre es también especial porque está lleno de diferentes actividades: el día 30 celebramos el día de la paz y ya metidos en febrero haremos una ruta investigadora para conocer a los más pequeños de nuestra escuela y prepararemos el carnaval que lo celebraremos con una bonita fiesta. Finalizaremos el trimestre celebrando el mes de la pintura: nos centraremos en varios pintores con sus obras más significativas y se disfrazarán de artistas.
Gracias a estas actividades complementarias aprenden a divertirse al tiempo que sacan un provecho. Su entretenimiento presente es además, la base de su futuro. Haciendo algo que les gusta y con lo que disfrutan, contribuimos a que sean más felices.