Según un estudio publicado en ‘Nature’, antes de cumplir el año, los niños son capaces de diferenciar la bondad o la maldad de los demás y, a la hora de elegir, lo tienen muy claro: escogen al buen samaritano. El resultado del estudio sugiere que los bebés, al igual que los adultos, son capaces de saber la diferencia entre aquellos que se comportan de forma positiva con los demás frente a los que lo hacen negativamente; son capaces de discriminar a aquellos que son peligrosos de aquellos que les pueden ayudar. Esta función parece innata, ajena al aprendizaje. Así que no te sorprendas si tu bebé ya tiene amigos.
En estos tres años que podéis llegar a pasar con nosotros en La casa de mamá, vuestros bebés se relacionarán con el resto y crearán lazos colaborativos, siendo más evidente la amistad entre ellos a partir de los 3 años, amistad que puede prolongarse en Ed. Infantil si van al mismo colegio. Los amigos nos ayudan a definir quienes somos y a conocernos mejor; son parte esencial del desarrollo social y emocional. Atributos tales como la competencia social, el altruismo, la autoestima y la confianza en uno mismo se desarrollan teniendo amigos.
Como madre o padre puedes ayudar a tus hijos a desarrollar habilidades sociales para que tengan amigos, así tendrán más confianza en sí mismos y el buen tiempo que se aproxima da pie para comenzar a ponerlo en práctica. En especial animamos a los mayores de La casa de mamá que comenzarán el cole en septiembre. Por ejemplo:
Y si resulta que tu bebé no está lo bastante maduro como para entablar una relación, no te impacientes. En este caso, para él será suficiente con observar el juego de los demás; éste es su modo de participar por ahora y se siente bien así. Con el tiempo se lanzará a realizar las mismas actividades que el resto, como uno más, y empezará a hacer amigos.